El multiproyecto artístico mejora los valores diferenciales de las propuestas de cara a su movilidad e internacionalización.
Un proyecto artístico puede estar concebido para exhibirse en diferentes localizaciones. Realizar una gira o hacer bolos es uno de los objetivos principales de artistas o formaciones artísticas. Estos pueden viajar por circuitos locales, nacionales o internacionales. Pero no solo los proyectos con capacidad de girar son móviles. Otros proyectos artísticos en los campos de la creación, formación, investigación, exhibición, etc. pueden realizarse en otros lugares que no son los suyos habituales y que pueden estar a miles de kilómetros de distancia. Estos, además, se pueden realizar en colaboración con otros operadores artísticos y culturales, en residencias artísticas, a partir de un intercambio o gracias a una coproducción. Digamos que el campo de acción de la movilidad artística es muy grande, y muchas veces limitado, únicamente, por la propia motivación.
El multiproyecto artístico para la movilidad
De la mano de la movilidad debe ir un proyecto sólido, capaz de responder a las expectativas para acceder a otros circuitos. La principal barrera que el proyecto va a encontrar va ser la competencia de otros muchos proyectos, tan válidos e interesantes como el propio. Un proyecto artístico, en el momento que se quiera proyectar hacia fuera y viajar, se va a encontrar con otros muchos, tan o mejor preparados, que querrán ocupar el mismo espacio y que, además, estarán en mejores condiciones de acceder. En este caso, es conveniente operar en términos de multiproyecto artístico.
Un artista, formación u organización escénica o de la música reúne una serie de talentos y capacidades diversas y, en general, más amplias de las que aparecen en una obra o proyecto final. Un músico puede crear un repertorio con la finalidad de girar pero, además, este repertorio puede llevar aparejado una serie de valores culturales y sociales nada desdeñables. El repertorio puede venir de un proceso de investigación social o científica; puede estar ligado a un proceso educativo; puede haberse originado a partir de un proceso colaborativo o haya desarrollado una herramienta o metodología extensible a otras situaciones. Lo más habitual en espectáculos para público infantil es que dispongan de un dossier pedagógico en el que se incluyan valores que se transmiten durante la representación y a partir de él organizar talleres, charlas, etc. Un festival, centro de creación o de exhibición puede realizar producciones, proyectos sociales, educativos, y muchos más. En definitiva, todo proyecto artístico puede ampliar el valor de su propuesta internacional incluyendo a la principal otros elementos que la complementan y enriquecen, dando forma así a lo que llamamos el multiproyecto artístico para la movilidad y la internacionalización.
El multiproyecto y las ventajas diferenciales
El multiproyecto artístico mejora las características diferenciales de las propuestas, añadiéndoles valor, lo que les permite poder entrar en circuitos nuevos con mayores elementos que visualicen su singularidad. Respecto a otras propuestas que por distancia y afinidad cultural están mejor posicionados para ocupar un lugar en el circuito deseado, el multiproyecto posee la ventaja de aunar diferentes elementos que refuerzan su valor de cara a las necesidades de programación o actividad de un determinado centro cultural y artístico.
La clave del multiproyecto está en su diseño. Primero de todo, se necesita un análisis en profundidad de los talentos y capacidades del artista, formación o centro artístico sin, en un principio, descartar ninguna. Se trata de adaptar las capacidades más relevantes al proyecto artístico principal y darles forma como oferta de actividad artística. Este proceso hay que realizarlo de manera creativa aunque los resultados podrán situarse en el ámbito de los talleres, cursos, charlas, proceso de creación, residencias, nuevas metodologías de trabajo, investigaciones, etc. No todos los proyectos, conciertos, espectáculos tienen que ser multiproyectos, los hay con amplias capacidades de girar por sí mismo, aunque siempre es conveniente analizar y sumar todas las posibilidades de oferta de un creador artístico.
Txarango y TeatroLab Madrid dos buenos ejemplos de multiproyecto
Un buen ejemplo de multiproyecto artístico en el campo de la música popular es el grupo Txarango. Estos han sabido aunar un relato artístico y social diverso con una oferta de proyectos en muchas direcciones, diferentes tipos de repertorios, colaboraciones, proyectos sociales y, incluso, un proyecto de festival. Sin duda la diversidad de la propuesta y la profundidad de su discurso les permite desarrollar proyectos internacionales en direcciones y objetivos distintos.
Otro ejemplo muy ilustrativo es el multiproyecto artístico de TeatroLab Madrid. Este grupo teatral ha elaborado, a partir de un relato artístico complejo que toma como punto de partida sus herramientas, método Suzuki y Viewpoints de entrenamiento actoral, una oferta diversa. Esta oferta comprende desde espectáculos en gira, a talleres para el desarrollo de audiencias, talleres para profesionales e intercambios en residencia. Este vídeo ilustra claramente su relato artístico y las ofertas de su multiproyecto para la movilidad.