La difusión artística, la movilidad y la circulación de los proyectos de las artes escénicas y la música dependen en gran medida de su grado de singularidad.
La movilidad de los proyectos está en la base de la difusión artística. Un área principal de las políticas culturales se sostiene en favorecer que los contenidos artísticos lleguen a una mayoría de la población. Para conseguirlo, se ha de contar con que las producciones y los artistas puedan circular libremente.
FACTORES DE MOVILIDAD Y DIFUSIÓN ARTÍSTICA
El grado de movilidad de los artistas y de sus obras depende de multitud de factores. Todos ellos deben ser objeto de análisis, tanto por quien dirige las políticas culturales para potenciar la difusión artística, como por las propias estructuras artísticas involucradas directamente en la movilidad. Así, y es responsabilidad de todas ellas, tanto reducir las barreras que impiden el movimiento, como acertar en los circuitos y mercados que mejor se adaptan a las características de los proyectos.
En todo este ir y venir de elementos decisivos en el desarrollo y sostenibilidad de un proyecto artístico, sus características y, especialmente, su singularidad, son factores clave. Para el éxito de una propuesta cultural, cuando se quieren alcanzar nuevos circuitos, contar con un proyecto diferente, nuevo, es la base de la difusión artística.
Claro está, en este punto, una gran mayoría piensa que el suyo es el más nuevo, original y diferente. Sin embargo, es vital conocer qué elementos son novedosos y cómo explicarlos correctamente. En el primer caso, se definirán cuáles son sus valores diferenciales. En el segundo, se construirá un relato artístico usando, en primera instancia, estos valores diferenciales.
DEFINICIÓN DE LOS VALORES DIFERENCIALES
Definir los valores de una propuesta de cara a su difusión artística es una tarea prioritaria al abordar un proyecto. Estos serán valores relativos al contenido, artísticos y técnicos y estructurales. Hay que encontrar los principales, y de estos seleccionar los diferenciales, los que hacen única la propuesta. Por ejemplo, y simplificando mucho, si es una propuesta escénica, los valores relativos a los contenidos pueden referirse a la historia que se cuenta; los artísticos, las estéticas utilizadas; los técnicos y estructurales, la ligereza del montaje, etc.
La clave está en acertar cuáles de ellos son realmente diferenciales. Aquí van a intervenir otros factores, aparte del conocimiento íntimo del proyecto. Por un lado, estar al corriente de las producciones más representativas de los nuevos circuitos que se quieren abordar. No sea que, por desconocimiento, se consideren factores diferenciales algunos ya muy corrientes en otros circuitos. Hay que darse tiempo, investigar y preguntar a personas externas conocedores de otras realidades.
CONSTRUCCIÓN DE UN RELATO ARTÍSTICO SINGULAR
Una vez se dispone de la lista de valores diferenciales habrá que construir el relato. Este deberá ser artístico – siempre que se quieran alcanzar circuitos rigurosos con los procesos de creación artística, esto significa circuitos más exigentes, lo que también significa, mayor prestigio y reconocimiento. También deberá ser diferenciado, poniendo en valor los elementos singulares. En este punto, echadle una ojeada a “Construir el relato artístico para la movilidad” en donde, de manera extensa, se dan las pautas para diseñar un relato artístico completo, sintético y diferenciado.