Diversificació, Flexibilitat i Mobilitat, tres elements clau per a la sostenibilitat dels projectes de les arts en viu.
Tres elements son clau per a la sostenibilitat dels projectes de les arts en viu: varietat de propostes (diversificació), que s'adaptin a les condicions dels circuits (flexibilitat) i que puguin viatjar fàcilment (mobilitat).
A raíz de la crisis y de los recortes en cultura realizados por la mayoría de gobiernos nacionales y regionales, la sostenibilidad de los proyectos culturales y artísticos se ha resentido profundamente. Si antes era difícil abrirse camino en el mundo de las artes, ahora lo es mucho más. La escasez de dinero público para la cultura ha provocado que los proyectos se tengan que llevar a cabo a partir de nuevos parámetros que, sin hipotecar la libertad de creación artística, puedan facilitar el acceso a los circuitos de desarrollo y difusión. En el momento de iniciar un proyecto, los artistas, colectivos u estructuras de apoyo han de tener en cuenta el alcance que este tendrá y su tiempo de vida. De esta manera, y en función de sus objetivos, estar preparados y aplicar, en mayor o menor medida, elementos de diversificación, flexibilidad y movilidad que el proyecto requiere.
Diversificar un proyecto artístico significa tener diferentes propuestas originales a partir de una idea núcleo. Por ejemplo, a nivel de formato en una pieza escénica, poder tener una propuesta para sala convencional y otra para espacio no convencional; a nivel de contenido, tener una propuesta escénica y también, educativa y social; o a nivel creativo, tener una propuesta de colaboración con otros artistas o creación por módulos en residencias artísticas. La diversificación de un mismo proyecto puede orientarse en infinidad de direcciones, siempre a partir de un análisis completo de los valores y capacidades que los integrantes del proyecto le aportan.
Pero, con tener definidos los elementos diversos que integran el proyecto no es suficiente. En segundo lugar hay que asegurar que las piezas de este puzzle no sean rígidas, que encajen todas ellas pero teniendo geometrías que puedan variar en función de las condiciones de los lugares en los que se quiera trabajar (espacios de creación, residencias, festivales, teatros, etc.) o de las personas con los que se vaya a trabajar (otros artistas, comisariados, públicos, comunidades, etc.). En este momento actúa la flexibilidad. Posicionamientos del tipo “mi propuesta es ésta y no cambiaré nada de ella” están condenadas a tener una vida reducida a causa de su falta de flexibilidad. Adaptarse a los circuitos es una razón clave, principalmente si, como es necesario, se prevé salir de los circuitos conocidos para explorar otros nuevos. En los circuitos conocidos, involuntariamente, ya se tiene en cuenta esta flexibilidad debido a que se dominan bien los mecanismos que los gobiernan. No hace falta hablar de flexibilidad pues la propuesta ya, generalmente, está adaptada al circuito. La necesidad de flexibilidad surge cuando hay que ampliar el circuito y trabajar con estructuras que han nacido y se han conformado a partir de otros criterios estéticos, organizativos, de disponibilidad técnica o de recursos financieros.
En tercer lugar el proyecto y la compañía tienen que tener la capacidad de trabajar en cualquier lugar del mundo. No se trata que se pueda estar en “todos” los lugares del mundo sino, más bien, poder realizar la actividad artística en los lugares o circuitos que se consideren más convenientes para que el proyecto pueda desarrollarse. En este caso trabajar para disponer de las herramientas que facilitan la movilidad deberá de ser una tarea prioritaria al inicio del proyecto. En el momento de decidir en dónde el proyecto podría tener más aceptación, es cuando la visión del mundo debe ser lo más amplia. A partir de aquí se trataría de ir excluyendo aquellos circuitos o países que por cuestiones objetivas (artísticas, culturales, legislativas, etc.) difícilmente podrán acoger el trabajo propuesto.
La metodología Rutas de Movilidad e Internacionalización tiene en cuenta la diversificación y la flexibilidad en la fase de diagnóstico de las capacidades de un proyecto para mejorar su movilidad. Otros proyectos están desarrollando metodologías afines para la sostenibilidad y resiliencia de los proyectos artísticos. Por el importante apoyo recibido por parte del programa Europa Creativa de la Comisión Europea, hay que estar pendientes de los resultados de la investigación llevada a cabo por Creative Lenses y que en estos momentos todavía está en fase de ejecución. Un buen ejemplo para ver el efecto de estas metodologías es visitar la web de Patricia Pardo. Creadora escénica, dramaturga y pedagoga, ha estado aplicado la metodología Rutas de Movilidad para la definición de su proyecto, para establecer sus circuitos potenciales nacionales e internacionales y diseñar un plan de movilidad. Por otra parte también colabora con el proyecto Creative Lenses aplicando en su propia compañía las soluciones detectadas en el marco de este proyecto europeo.